La Justicia alemana investiga a la matriz de Siemens Gamesa por vender turbinas a Rusia
Siemens Energy, la matriz Siemens Gamesa, culpa a su filial española de los malos resultados obtenidos en el último trimestre de su actual ejercicio fiscal, llegando a plantearse el lanzamiento de una OPA de exclusión sobre la misma, valorada en aproximadamente 3.000 millones de euros.
Pero el principal quebradero de cabeza de Siemens Energy no está en España. Está en Rusia.
La Justicia alemana investiga a la compañía por determinados negocios llevados a cabo en el pasado en Rusia, en pleno recrudecimiento de las sanciones impuestas al país liderado por Vladimir Putin por la invasión de Ucrania.
Un tribunal de Hamburgo investiga a ejecutivos de Siemens por la venta de siete turbinas de gas a Rusia entre 2015 y 2016. Sin embargo, cuatro de esas turbinas se instalaron en Crimea, anexionada por Rusia y sujeta a sanciones de la Unión Europea.
En sus últimos resultados anuales, Siemens Energy asegura que está colaborando con los tribunales en este caso. Un portavoz de la compañía aseguró ayer a OKDIARIO que su cliente en este asunto, la estatal rusa TPE «envió las turbinas a Crimea sin el consentimiento de Siemens y violando los términos del contrato».
«El contrato estipulaba claramente que las turbinas solo se pueden usar en Taman, en el sur de Rusia», añadieron. «Siemens ha hecho todo lo posible por evitar esa transferencia, incluidas demandas ante las autoridades públicas y los tribunales, pero esos esfuerzos han resultado ser infructuosos», indicaron.
La Fiscalía de Hamburgo inició «hace ya algún tiempo procedimientos preliminares debido a denuncias de infracciones contra la ley alemana de comercio exterior, pero no contra la empresa», señalaron, y reiteraron que la compañía «está cooperando con las autoridades».
Impacto de 400 millones
Más allá de la investigación judicial, los problemas para Siemens Energy por su actividad en Rusia se traducirán este año en cientos de millones de euros de pérdidas.
Hace tan solo siete días, el pasado 12 de mayo, Siemens AG comunicó su decisión de abandonar el mercado ruso, tras cerca de tres meses de invasión y combates.
Hasta ese momento la multinacional alemana se había comprometido a no llevar a cabo nuevas inversiones o instalar nuevos negocios en el mercado ruso, pero manteniendo la actividad que tenía hasta entonces.
Un día antes de que Siemens AG comunicara su decisión de abandonar el mercado ruso, Siemens Energy publicó la carta a sus accionistas con motivo de la presentación de sus resultados del segundo trimestre de su ejercicio fiscal actual.
En ellos la matriz de Siemens Gamesa señalaba que estaba cumpliendo con las sanciones impuestas a Rusia, y que no desarrollaría nuevos negocios en el país, sin aludir a un posible abandono de sus actividades anteriores, y señalando que, en ese momento, no podían calcular el impacto económico de la situación generada por la invasión de Ucrania.
También en la presentación de sus últimos resultados semestrales, Siemens Energy decía que no desarrollaría nuevos negocios en Rusia, pero que cumpliría con sus anteriores compromisos en el mercado ruso.
Sin embargo, tras la decisión definitiva del gigante alemán de abandonar el mercado ruso, anunciada el 12 de mayo, Siemens Energy contempla ya un impacto relevante en su negocio por la salida total de Rusia.
Desde el gabinete de comunicación en Múnich de Siemens Energy se admitió ayer a OKDIARIO que, ahora, se prevé un impacto en su resultado de 2022 de hasta 400 millones de euros por la salida de Rusia.
«Actualmente estamos revisando nuestro negocio en Rusia», dijeron. «lo estamos haciendo con el debido cuidado, analizando a fondo las implicaciones para todos los interesados».
«Si nos retiramos de Rusia, lo haremos de manera ordenada y con un plan claro: tenemos esta obligación con nuestros 1.000 empleados en Rusia», advirtieron.
De acuerdo al informe financiero anual de Siemens Energy de 2021, la compañía cuenta con cuatro filiales en el país, una de ellas, de Siemens Gamesa, situada en San Petersburgo.